Las espinillas y los granitos no son exclusivos de la adolescencia, sino que afectan a la mayoría de las mujeres en la edad adulta. En la cara, el escote o la espalda: las espinilla suelen ser provocadas por el estrés, la mala alimentación, los cambios hormonales o el cuidado incorrecto de la piel.
Por si fuera poco, los granitos inflamados en especial pueden ser muy dolorosos y dejar marcas, especialmente si no puedes evitar tocarlos o hasta intentar exprimirlos.
A diferencia de las espinillas y los granos comunes, estas variantes dolorosas se encuentran debajo de la piel y no en la superficie. La zona suele estar ligeramente enrojecida y el granito no se puede ver de inmediato, sin embargo, se puede sentir la inflamación, además de una desagradable sensación de tensión y calor.
Las principales razones van desde una obstrucción del poro por sebo, residuos de maquillaje y sudor, así como contaminación bacteriana o vellos encarnados.
Ya no soy una adolescente, ¿por qué sigo teniendo espinillas y granos?
El acné es muy común en la etapa de la pubertad. Aproximadamente 8 de cada 10 pre-adolescentes y adolescentes lo experimentan. Pero las hormonas no son las únicas culpables de los molestos granos, así que si pensabas que con la edad adulta quedaban atrás todas esas horribles experiencias, sigue leyendo.
Hasta un 15% de las mujeres adultas tienen acné, y aunque lucen parecidas, las espinillas en la edad adulta son diferentes a las que aparecen en la adolescencia.
El acné adulto suele aparecer en la mitad inferior de la cara; el acné adolescente suele estar en la mitad superior. El acné adulto también es más profundo y se manifiesta como quistes, o granos incrustados debajo de la piel, que no se pueden exprimir.
Pero, ¿cuáles son las causas que lo originan?: cambios en los niveles hormonales, por ejemplo los que se presentan con el período premenstrual y las fluctuaciones que ocurren durante la pre menopausia.
Los cosméticos, el cuidado de la piel y el estilo de vida también pueden ser los culpables, así como factores que nunca habías considerado antes.
Aunque sea difícil de creer, los productos para el cabello filtran aceite en la frente, lo que puede atrapar las bacterias que causan el acné en los poros. Los poros obstruidos se inflaman, lo cual produce enrojecimiento, pus y puntos negros a lo largo de la frente.
Por si fuera poco, tu peinado y corte de cabello también son importantes. El flequillo agrava el acné al arrastrar tu crema para peinar, residuos de acondicionador o cualquier otro producto a la piel de tu frente.
Para evitar todo esto, es recomendable aplicar los productos con las manos y mantenerlos alejados de la línea del cabello. Luego, limpiar la piel con un limpiador facial para eliminar cualquier remanente.
Otro factor son los protectores solares más densos y cremosos, que aunque son imprescindibles para proteger la piel del daño solar, pueden obstruir los poros y provocar o empeorar la aparición de granos.
Las personas con acné o piel propensa a padecerlo deben buscar protectores solares no comedogénicos sin aceite. Por lo general, los protectores solares tienen dos tipos de ingredientes activos. Agentes químicos que se absorben en la piel y protegen contra los dañinos rayos ultravioleta, y agentes minerales que se asientan en la superficie para crear una capa protectora.
Los protectores solares con agentes minerales se recomiendan para las pieles sensibles porque desvían los rayos del sol. Pero pueden ser más espesos, dejando un rastro blanco sobre la piel que obstruye los poros, mientras que los protectores solares químicos son invisibles, muy ligeros y dejan la piel sin brillo.
Los ingredientes químicos como avobenzona, oxibenzona, metoxicinamato u octocileno son los más recomendados para proteger la piel de los rayos ultravioletas, al mismo tiempo que no provocan acné.
Pero no sólo los productos externos son los causantes del tan odiado acné, también lo que comemos. Una dieta rica en alimentos procesados y carbohidratos refinados agrava muchísimo más las cosas.
Específicamente, las dietas con alto contenido de carbohidratos refinados, que tienen un índice glucémico alto, pueden aumentar el desarrollo y la gravedad de los brotes. De igual forma, se ha encontrado cierta relación entre los lácteos y los problemas cutáneos.
Por último, pero no menos importante, el estrés. Tan común en nuestros días, este padecimiento va acompañado de cambios hormonales que aumentan el riesgo de sufrir acné. Si bien el estrés por sí solo no puede provocar los granos, sí que puede empeorarlos al provocar la liberación de sustancias químicas inflamatorias llamadas neuropéptidos.
Incluso el nerviosismo o ansiedad, como un gran evento próximo a ocurrir, puede desencadenar una que otra espinilla. Es por eso que nunca falta el gran grano justo antes de una cita o evento importante.
Los productos para el acné con ingredientes como ácido salicílico y peróxido de benzoilo son ideales para desinflamar los granitos provocados por el estrés.
Y aunque suene contradictorio, la piel seca, así como la piel grasa, también puede sufrir de acné.
Es cierto que la piel grasa suele provocar los casos más graves, pero también la piel seca puede tener grietas y fisuras microscópicas en las que las bacterias pueden multiplicarse y causar acné. Además, las escamas de piel seca pueden obstruir los poros.
Demasiado tarde, los granos ya invadieron mi cara, ¿qué hago?
La regla de oro: no trates de exprimir una espinilla con los dedos; esta regla básica es aún más importante con granitos inflamados que con las espinillas superficiales.
Hacerlo solo empeora las cosas, aumenta la inflamación y daña la superficie de la piel. Debido a que el grano ya está muy profundo y es difícil de alcanzar, el sebo comprimido se incrusta más y más profundamente en el tejido y empeora todo. Una inflamación inicial termina convirtiéndose en un problema a gran escala que es aún más dolorosa y enrojecida, y tarda mucho más en sanar.
En lugar de intentar drenar el grano, es mejor masajear la zona afectada varias veces al día con agentes antiinflamatorios probados como el ácido salicílico, el aceite del árbol del té y zinc. Alternativamente, remedios caseros como el bálsamo de limón, el aceite de menta o un tónico facial a base de alcohol también pueden aliviar la inflamación aguda. Frota sobre la espinilla, preferiblemente con un hisopo de algodón.
Además del tratamiento antiséptico sobre la espinilla inflamada, es aconsejable incluir baños de vapor con esencias de hierbas medicinales como la manzanilla, caléndula, salvia, menta o bálsamo de limón; esto promueve la circulación sanguínea y la desintoxicación de la piel y ayuda al cuerpo a reducir la inflamación. Los baños de vapor también abren los poros, suavizan y flexibilizan la piel y aflojan el sebo de los poros, lo cual es también un tratamiento preventivo para la piel con imperfecciones.
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