ELIMINA LA CELULITIS Y RELÁJATE AL MISMO TIEMPO CON MASAJES


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El masaje anticelulítico realmente se llama masaje de drenaje linfático, pues de hecho actúa sobre la circulación linfática, estimulando el proceso de eliminación de toxinas y con ello mejorando visiblemente la salud y estética de la piel en todo el cuerpo, principalmente en esas zonas propensas a la celulitis.

Tras un masaje de drenaje linfático, se activa un proceso para evitar que la acumulación de grasa continúe depositándose en determinadas zonas, un trastorno de la piel causado por una mala circulación sanguínea. De hecho, la circulación insuficiente provoca el estancamiento de líquidos dentro de los tejidos grasos. 

Médicamente, existen tres niveles de celulitis: edematoso, fibroso y esclerótico. Por ende, los tratamientos anticelulíticos y los masajes varían, dependiendo precisamente del nivel en el que el tejido se encuentre.

Cuál es el secreto del drenaje linfático para acabar con la celulitis

El masaje de drenaje linfático también se suele conocer como masaje hemolinfático circulatorio. Su principal objetivo es la estimulación del sistema linfático y la circulación sanguínea. En particular, reactiva la microcirculación de las zonas afectadas por la celulitis.

El estancamiento de líquidos es la causa principal de la formación de la temida celulitis. Esto debe combatirse a través de una manipulación capaz de actuar en diferentes grados. Gracias a la técnica que se utiliza durante un masaje de drenaje linfático, se mejora considerablemente el aspecto de las partes del cuerpo a tratar. 

El drenaje linfático funciona a un nivel menos profundo que tratamientos más invasivos como la cirugía, por ejemplo. Se utilizan movimientos suaves de contacto, fricción y amasamiento. En niveles más altos, un drenaje linfático profundo utiliza más presión de las manos para actuar a un mayor nivel.

Las maniobras de manipulación en estos tratamientos se realizan especialmente con los dedos índice y pulgar, que son los que ejercen mas fuerza. Proporcionan una estimulación profunda a la piel, desde los tejidos hasta los músculos. Estos movimientos de masaje son firmes y pueden ser un poco dolorosos, pero claramente efectivos.

Cómo se hace un masaje anticelulítico

Primero se estimulan los ganglios linfáticos, liberándolos de la linfa, que se desviará a los riñones y se drenará. Luego, transportando la linfa presente en la celulitis, a los ganglios linfáticos que quedarán libres. Esto reduce la hinchazón localizada de una forma no invasiva ni dolorosa.

Para ser eficaz, un masaje anticelulítico activo debe tener una dirección ascendente. Generalmente comienza desde los tobillos hasta la ingle y los glúteos, llegando al abdomen.

La parte que se frota produce una microvibración que sacude los tejidos, mientras se amasa. De hecho, la presión de los dedos crea su efecto beneficioso sobre la microcirculación.

Para aumentar el efecto drenaje y al mismo tiempo el efecto beneficioso de los masajes, se utilizan aceites esenciales y cremas anticelulíticas específicas. Una excelente opción es utilizar el alcohol de la Tía Verde, que combina el poderoso efecto del romero contra la celulitis y la sensación refrescante del alcanfor.

Para obtener resultados, el masaje anticelulítico debe realizarse al menos dos veces por semana, durante al menos 2 meses, y con una duración aproximada de 45 minutos.

Un producto o crema anticelulítica definitivamente no resolverá todo por sí sola. La dieta, el deporte, y los masajes de drenaje son parte de la rutina que debes seguir para deshacerte de una vez por todas de la horrorosa piel de naranja. Para hacer que los remedios anticelulíticos penetren más eficazmente y al mismo tiempo remodelen tu silueta, nada como un efectivo masaje.

Una rutina sencilla y eficaz que incluso puedes llevar a cabo por ti misma es automasajear esas zonas donde ya detectes la celulitis. Para ello existen varias técnicas:

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Presión constante para combatir la grasa

La presión continuada consiste en realizar un efecto tónico para expulsar las toxinas y reafirmar la piel. Al ejercer una presión sostenida, colocamos las manos de manera que cubran completamente la zona a masajear. Luego deben arrastrarse de abajo hacia arriba de manera perpendicular a las fibras musculares. Dependiendo del efecto deseado, varía la fuerza aplicada: cuanto más fuerte sea la presión, más efectivo será el drenaje linfático.

Para un estómago y muslos más firmes, se recomiendan sesiones de 15 a 20 minutos diarios durante al menos 5 a 6 días consecutivos. Después de esta fase de inicio, solo se necesitan de una a dos sesiones por semana para prolongar los efectos.

Ondas para activar la circulación

Esta técnica de automasaje es sin duda la más conocida. Consiste en quitar la grasa masajeando la piel en pequeñas ondas. Es ideal para atacar la zona del estómago pero también los muslos, piernas o brazos, ya que favorece la microcirculación. Si bien es más recomendado para tratar el exceso de grasa, también ayuda a recuperar la firmeza.  

Consiste en sostener un pliegue de piel con las manos, levantarlo y luego enrollarlo hacia arriba y hacia abajo moviendo el pulgar en pequeños movimientos. El tejido graso a veces puede tardar para desprenderse del tejido muscular. En este caso, mantén la piel levantada entre los dedos durante unos segundos y luego suéltala.

Con sesiones de 15 a 20 minutos cada dos días, este masaje es tremendamente eficaz. 

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Amasado

La técnica más sencilla, el amasado promueve el drenaje de la grasa acumulada y estimula el flujo sanguíneo para una piel más firme. Eficacia garantizada en el estómago, muslos, caderas y glúteos.

Este método relaja la masa muscular para restaurar la elasticidad y flexibilidad de la piel. Agarra un pequeño pliegue de piel y coloca los dedos en ambos extremos. Dependiendo de la intensidad deseada, y tomando en cuenta tu umbral de tolerancia al dolor, amasa la grasa tirando de ella con una mano hacia ti y empujándola con la otra mano, como si estuvieras preparando literalmente masa.

Con sesiones regulares de 15 a 20 minutos, la celulitis se desvanecerá gradualmente. Por supuesto, este método es algo doloroso, pero relajará tus músculos y eliminará las toxinas acumuladas en tu cuerpo. Para finalizar, haz algunos movimientos circulares amplios pero constantes.

Si deseas eliminar la grasa y tener un vientre plano, comienza desde la parte inferior para subir gradualmente, aunque si es la celulitis de los muslos de la que quieres deshacerte, comienza en la rodilla y continúa hasta la parte superior del muslo. 

Es muy importante que durante todo el masaje, no liberes la presión. Tienes que realizar estos movimientos unas diez veces por zona. De esta manera, se destruirán las células grasas, se mejorará la circulación y se refinará tu cuerpo.

La realidad es que casi todas las mujeres nos vemos afectadas por la celulitis, de hecho, el 78% de la población femenina en el mundo sufre este problema, en menor o mayor grado.

Por fortuna la industria cosmética y farmacéutica ha desarrollado muchísimos productos, pero algo es muy cierto: el masaje adelgazante es el complemento ideal de las cremas y aceites adelgazantes para combatir la celulitis. Al realizar movimientos rápidos e intensos, movilizamos y fragmentamos los líquidos causantes de la celulitis. De esta forma el organismo es capaz de eliminarlos más fácilmente, mejorando la circulación linfática y venosa. En consecuencia, mejora visiblemente el aspecto de la piel, así como el tono muscular. Y por supuesto, es imprescindible comer equilibrado y hacer deporte con regularidad.

Complementa tu rutina de cuidado con un buen masaje anticelulítico, ¿ya los conocías? A la par del Alcohol de la Tía Verde, obtendrás resultados en poco tiempo y una piel suave y tersa, sin rastro alguno de celulitis.