FACTORES EXÓGENOS QUE INFLUYEN EN LA PIEL


 

En un artículo pasado te hablamos de los factores internos o endógenos que influyen en el bienestar o malestar de la piel.

En este artículo te presentaremos los exógenos, los factores externos que pueden dañar tu piel. De esa forma podrás tener más cuidado.

Ten en cuenta que, si el balance natural de la piel se pone en peligro, disminuye su capacidad de actuar como barrera de protección, haciéndose más propensa a padecer problemas de sensibilidad.

Estos factores se determinan según el entorno que te rodean, también por la salud en general y por el estilo de vida que llevas. A continuación, te los presentamos:

Radiación UVA

En condiciones normales, cuando se tiene poca exposición a los radicales UVA, el mecanismo de la piel puede combatir los efectos de los radicales libre, porque una piel sana cuenta con los antioxidantes necesarios que neutralizan tales radicales.

Hay que considerar que en la epidermis los radicales libres se generan en mayor proporción debido a los rayos ultravioletas. Por eso, la exposición sostenida debilita los mecanismos de la protección de la piel.

La radiación UVA hace la piel más sensible y más inclinada hacia condiciones que pueden causar enfermedades y daños crónicos, entre ellos, el envejecimiento prematuro de la piel.

De manera que, como te hemos aconsejado en diferentes oportunidades, asegúrate de contar con protección solar al exponerte al sol.

Temperatura

Por otra parte, también debes saber que las temperaturas extremas son factores exógenos que influyen en la condición de tu piel. De hecho, la velocidad de cambio entre las temperaturas extremas tiene un impacto mayor en la piel.

Si es frío extremo, la piel estrecha los vasos sanguíneos como mecanismo de defensa para proteger el cuerpo de la pérdida de calor, al ser persistente el frío se reduce la secreción de glándulas sebáceas y esto genera desecación de la piel.

Si se trata de calor y humedad, las glándulas sudoríparas generan más sudor y esto hace que la piel esté más húmeda y brillante, lo que la hace propensa al acné.

Las temperaturas elevadas pueden generar problemas en la piel como la rosácea. Por eso, evita usar agua caliente para la limpieza de la cara y para bañarte, ten en cuenta que el agua caliente desencadena una serie de irritaciones cutáneas, así que suplante el agua caliente por agua tibia.

Influencias químicas

El último de los factores exógenos que influyen en la piel, que te presentamos en este artículo, es el factor químico.

Debes saber que la piel tiene una acidez suave que es natural, de hecho, el pH de la piel está comprendido entre 4,7 y 5,75. Ahora bien, los productos agresivos de limpieza de la piel llevan a más allá del límite la neutralización natural de la piel, y esto genera daños en la estructura celular.

Como consecuencia de lo anterior deterioran la función de la capa externa de la epidermis que consiste en ser una barrera protectora. Algunos de esos productos agresivos son los productos humectantes con pH alcalino y el laurilsulfato sódico.

Es así como la piel se deseca y se hace hipersensible, siendo susceptible a las infecciones y erupciones de enfermedades.

Por eso debes evitar las exfoliaciones químicas, pues el efecto es similar al descrito anteriormente. Lo mejor es usar un exfoliante

Conclusión

Ahora que ya conoces los factores exógenos que pueden dañar tu piel, te invitamos a tener los cuidados pertinentes para que estos no te afecten.

Ten en cuenta además una correcta y constante limpieza de tu piel para que pueda conservar sus propiedades y lucir siempre bien.

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